
Cosas que deberías saber para disfrutar de Augusta sin problemas
Conocer las tradiciones, o en este caso, restricciones, puede hacer que tu paso por Augusta sea más agradable o convertirla en un infierno si te despistas un poco. Párate, respira y prepárate para entrar en otro planeta: el Augusta National
NO MÓVILES.- De sobra conocida es la prohibición de entrar en el campo de golf con teléfonos móviles, tabletas o cualquier dispositivo que te pueda comunicar en el exterior (entiéndase con relojes inteligentes). Ni siquiera los periodistas tenemos ese derecho. Los móviles permaneces en la Sala de Prensa (tampoco conviene exhibirlos fuera de tu lugar de trabajo como la cafetería donde está prohibido hacerse una foto). Esto que parece una medida tercermundista tiene un claro objetivo: controlar cualquier imagen que sale a exterior que no sea supervisada por la organización. Si eres de los que has cambiado el reloj analógico por el móvil, te encontrarás perdido en la inmensidad del campo, incomunicado, y sin saber qué hora es.
Para casos de emergencia, siempre puede recurrir a una cabina analógica, con varios puestos estratégicamente colocados en el campo.
NO CORRER.- Está prohibido correr en el campo, bajo amenaza de expulsión y retirada de la entrada. No se puede estar en el campo antes de que los oficiales abran las puertas cada mañana y cada noche, todas las sillas ubicadas en las zonas habilitadas para ello deber retirarse. Entonces, ¿Cómo es posible que Jordan Kaye llegue siempre primero al green del 18 desde hace años? Gracias a su preparación física para el “Masters Marathon”: en un día recorre 42 kilómetros, 54.174 pasos con un desnivel de casi 700 metros. Míralo en tiktok
NADA DE COMIDA O BEBIDA NO OFICIAL.- Está prohibido entrar en el campo con comida o bebida que no sea ‘oficial’. Los clásicos sándwiches de pollo o MastersClub envueltos en el plástico verde, o los vasos verdes tradicionales, tanto de cartón como de plástico. Tampoco está permitido sacar comida desde la sala de prensa, excepto los típicos botellines de agua y algunos galletitas o cacahuetes camuflados.
CÁMARAS SÍ.- Si están permitidas las cámaras de fotos pero sólo de lunes a miércoles. Incluido para los periodistas que no estén acreditados como fotógrafos (Misión casi imposible). Pero está prohibido pedir autógrafos a los jugadores, y lo pone bien claro en los carteles que hay alrededor del campo.
NO ALCHOL, SÍ TABACO.- A partir de las 17.00 horas local, está prohibida la venta de alcohol en los “Concesions” del campo. Por eso no es raro ver minutos antes de la hora límite, portar pilas de vasos llenas de cerveza. Se distingue de los de refrescos porque son de un verde más oscuro y normalmente no ponen en año del torneo. Por otro lado, está permitido fumar puros habanos en el campo, siempre que no sea en el área restringida para las sillas.
SILLAS PÚBLICAS.- No todo son desventajas en Augusta. Si quieres sentarse en algunos de los greenes emblemáticos o en las salidas, fuera de los graderíos construidos para ellos, deberás llevar tu propia “Silla verde, Made in Augusta”. Ventaja, si la deja ubicada en un lugar, nadie te la va a tocar, ni nada que haya alrededor o sobre ella. Y si no tienes silla, mientras su propietario no esté ocupando la suya, podrás sentarte con libertad de disfrutar de las vistas. El respeto es absoluto. Contrasta con el mundo actual, claro, que estás en otro planeta.
SI QUIERES JUGAR PREPARA LA CARTERA.- Pegado a la valla del hoyo 10 del Augusta National se encuentra el hermano gemelo, el Augusta Country Club. La verdad es que cuesta distinguirlo del hermano mayor con el mismo dorte de sus calles y la velocidad de sus greenes. Cuesta distinguirlo si no eres un experto. Eso sí, prepara la cartera: una ronda de cuatro personas cuesta 4.000 euros (1.000 por persona), eso sí con buggie incluido.
MÁS DE 250.000 GORRAS.- Los números de las diversas tiendas que hay en el campo llegan a ser mareantes, así como la cantidad de dinero que gastan los ‘patrons’ o los simples visitantes de lunes a miércoles (los que más gastan y que este año han llegado a 50,000 personas). No son datos que a Augusta les gusta publicitar aunque sí es verdad que de vez en cuando alguno se filtra, como que este año, hasta la jornada del jueves, se había vendido la friolera de 250.000 gorras, gorros, sombreros, viseras y cualquier cosa que sirva para tapar la cabeza.
LA CASA DEL PARKING.- A lo largo de los años, la organización que controla el Masters de Augusta ha ido cambiando la fisonomía del pueblo. Cerrando la calle Berckmans que linda con el campo, para construir el parking de prensa y otros aparcamientos públicos; comprando todos los terrenos y negocios cercanos al golf para añadir más aparcamientos, o para construir una nueva Sala de Prensa y zona de putting green junto a la cancha de prácticas; ampliar la Tienda principal. Comprando las casas alrededor de la calle Berckmans y alrededores con ofertas muy generosas y más altas que el mercado…. Pero, no todo es dinero para algunos. La famosa “Casa del Parking”, La casa del 1112 de Stanley Drive en Augusta, es la única casa restante en el terreno frente a la Puerta 6-A del Augusta National Golf Club. La familia Thacker ha vivido en esta casa desde 1959 y se niega a venderla a pesar de las ofertas del club.

Y estas son sólo algunas curiosidades de uno de este primer torneo que abre la temporada de Grand Slam.