Scottie Scheffler se lleva el oro olímpico tras una gran jornada en Paris
El número 1 del Ranking Mundial completa una temporada absolutamente genial, con 7 triunfos que incluye además The Masters. Jon Rahm, quinto clasificado, deslumbró durante diez hoyos, afianzando un liderato perdido en una segunda parte repleta de dificultades
El norteamericano Scottie Scheffler y su insaciable voracidad ganadora se han cobrado un nuevo hito: ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París 2024. Su leyenda, engrandecida este año a base de éxitos de enorme prestigio, se cimenta a partes iguales en el qué y en el cómo, en el listado de victorias que le distinguen como el mejor del mundo en la actualidad y en la manera devastadora de obtenerlos, en esta ocasión ofreciendo una clase magistral de golf que perdurará en el tiempo.
Scottie Scheffler venía a París con una mochila cargada de triunfos -seis en la presente temporada, incluido el siempre deseado The Masters- y se lleva otro preciado tesoro que incrementa su halo de jugador indestructible en el presente año.
Su ronda final, una impoluta clase de magisterio, incluyó 9 birdies sin fallo, un nueve bajo par demoledor que cumplía con los vaticinios de Jon Rahm en la jornada previa: “para ganar no basta con hacer 1 o 2 bajo par, hay que hacer muchos birdies”.
El golfista vasco cumplió asimismo con esa obligada promesa durante diez hoyos, cuando quien ejercía de faro de todos los demás era el jugador español, que exhibía al mundo su indudable talento. Golpes de salida largos y precisos, aproximaciones extraordinarias y putt demoledores conseguían su objetivo.
Uno, dos, tres… hasta seis bajo par atravesado incluso algo más allá del ecuador del recorrido, cuatro golpes de ventaja sobre el mejor de sus rivales, incapaces todos de dotar a su juego de la eficacia ciclópea que exhibía un hoyo sí y otro también un Jon Rahm infranqueable.
Pero llegó el hoyo 11, un par 3 resuelto mediante 4 golpes. Y luego el 12, un par 4 culminado en 5 golpes. Y sólo un poco más tarde el par 5 del hoyo 14, que se negó a entregarse hasta que Jon Rahm ejecutó su séptimo golpe.
Algo en su interior se había roto, un clic doloroso que le condujo a un abatimiento prolongado más allá de la conclusión de los 18 hoyos. “Tengo que analizarlo, de todo se aprende. Lo siento mucho por la gente que en España ha seguido el golf y nos ha apoyado”.
La amplia ventaja de cuatro golpes se había evaporado de un plumazo, demasiadas concesiones para quienes, desde atrás, ejercían de perro de presa y aprovechaban para clavar el colmillo en cuanto se presentaba la más mínima oportunidad de ello.
Los gestos de alegría, entusiasmo y viva felicidad cambiaron drásticamente de bando. El monopolio de Jon Rahm fue cedido a un Scottie Scheffler inflexible y despiadado, protagonista de una remontada histórica que sobrepasó asimismo a velocidad de vértigo a quienes se hicieron merecedores de las medallas de plata y bronce, el británico Tommy Fleetwood y el japonés Hideki Mitsuyama, a uno y dos golpes del ganador, a uno y dos golpes de esa gloria olímpica que durante diez hoyos de la última jornada perteneció en exclusiva a Jon Rahm.
Un hoyo aciago que dinamita una notable actuación
Durante buena parte de esta última jornada, David Puig cooperó a incrementar las buenas sensaciones españolas, construyendo personalmente una actuación brillante que le permitió acariciar el Top 10 y, quién sabe, un posible diploma de haber mantenido su loable racha de aciertos inicial.
Sí, erró en el 4, un bogey que durante mucho tiempo se convirtió en anécdota, compensado largamente por una ristra de birdies que parecían no tener fin (hoyos 6, 7, 9, 10, 11 y 14), hasta el punto de que, por momentos, se distinguía como el jugador más acertado de la ronda con 5 bajo par.
Pero llegó el hoyo 15, un lugar del campo con destacada presencia de agua donde David Puig, literalmente, se ahogó. Tres veces la bola al líquido elemento generaron una enorme penalización, 9 golpes que diluyeron el sobresaliente trabajo realizado hasta el ese desdichado punto. Peor aún, la conmoción parecía no tener fin, con dos dobles bogeys finales que empañaron un registro, puesto 40, que pudo ser mucho mejor.
ALREDEDOR DEL GOLF OLÍMPICO (IV)
Jon Rahm: "ha sido un final muy doroloso"
El golfista vasco señala el desenlace del hoyo 14 como clave en el desarrollo de la jornada
Visiblemente tocado y con la mirada en el suelo por momentos, pero profesional como siempre, Jon Rahm ha lanzado un mensaje a los miles de aficionados que le han apoyado desde nuestro país en estos cuatro días de golf: “estoy decepcionado, este final ha sido muy doloroso, y me fastidia más por todo el apoyo recibido desde España dentro y fuera del campo. Quería darles esa alegría, pero no ha podido ser”.
El adjetivo “doloroso” se ha repetido varias veces en su comparecencia ante los medios. Y es que Jon no oculta que, pese a que en ningún momento ha visto la medalla “hecha”, sí la veía ahí, a su alcance con ese -20 en el 10. “Con lo bien que había jugado, pensar en no tener opciones de nada al final… Cuesta pensar en ello, la verdad”, ha señalado con voz queda.
¿La clave? Al revés de lo que algunos puedan pensar, no ha estado en los bogeys del 11 y el 12; para el vasco ha estado en el doble bogey del 14. “El problema ha sido más el tercer golpe de ese hoyo. Hay cosas que en este campo no se pueden hacer. Eso me ha costado dos golpes. Si ahí hago par tengo opciones de llegar a los últimos hoyos bien, pero…”, suspiraba el jugador de Barrika en un esfuerzo de intentar comprender qué ha pasado en ese tramo.
Jon ha admitido que ha sufrido una desconexión mental tras ese hoyo 14, y eso le ha pasado factura en el 15, resuelto con par, e incluso en el 16, con birdie. Pero a pesar de todo ha seguido luchando por una presea, aún a sabiendas de que el oro se escapaba.
Posiblemente hablándose más a sí mismo que para los medios, Jon Rahm ha repetido que “de todo se aprende”, pero ha concluido que reponerse de lo sucedido en ese tramo final en Golf National le va a costar “bastante más” que en otras ocasiones.
A pesar de todo, de la decepción y de ese dolor que tanto ha salido a la luz, siempre enmarcado dentro de lo que es esto, deporte, Jon Rahm ha dejado dos notas positivas: el deseo de estar dentro de cuatro años en Los Ángeles -aún dejando claro que “queda mucho por hacer hasta entonces”- y el buen balance que arroja su semana y las cosas positivas que le ha reportado. “Por más que me cueste pensar en eso ahora mismo”, casi susurraba el campeón español en su agridulce despedida de sus primeros Juegos Olímpicos.
David Puig, penalizado “por ser agresivo hasta el final”
“Tenía que ser agresivo desde el primer hoyo, y eso me ha penalizado”, lamentaba un David Puig notabilísimo toda la semana... hasta que en el hoyo 15 fue todo lo valiente que requería la situación y lo pagó con un doloroso 9.
El golfista catalán desveló su estrategia sin tapujos: “intentar llegar lo más arriba que pudiese, y para ello había que ser agresivos”. Mostró un nivel excelso durante más de la mitad de la vuelta, pero el hoyo 15 supuso un punto de inflexión, en este caso negativo. David lo explicó con claridad: “hice un mal swing de salida y la bola me botó relativamente mal. Me fui al agua y a partir de ahí... la bandera estaba corta y tenía que seguir siendo agresivo para salvar el par y seguir con esa racha. Y me fui al agua un par de veces más”.
Con rostro de evidente resignación, David reconoció estar “decepcionado” por ese final, pero no por ello ha dejado de valorar la experiencia que ha vivido en París. “Tengo ganas de repetir en cuatro años. Representar a España es un orgullo, espero tener la opción de volver. Estar aquí es un orgullo, hay mucho trabajo detrás para poder llegar a estar aquí. Me hubiese gustado hacerlo mejor, pero el hecho de estar aquí y compartirlo con Jon ha sido un orgullo”, indicaba un David Puig que hace seis meses apenas sí soñaba con disputar estos Juegos y que ha firmado un papel de notable alto durante gran parte de ellos.
El vaticinio del campeón: “ganar la medalla de oro es una de las razones por las que esta semana estoy aquí”
El pasado lunes, Scottie Scheffeler, número 1 del Ranking Mundial y nuevo campeón olímpico, no se andaba por las ramas en su primera comparecencia ante los medios de comunicación en el centro de prensa del Golf National. El golfista norteamericano aseguraba repleto de ambición que “ganar la medalla de oro es una de las razones por las que esta semana estoy aquí”. Seis días después, Scottie Schffeler ha conseguido sumar la tercera medalla de oro para Estados Unidos en la competición masculina de golf tras las conseguidas por Charles Sands en París 1900 y Xander Schauffele en Tokio 2020.
Número 1 del mundo y campeón olímpico, un nuevo hito histórico
No se había producido hasta ahora, pero la extraordinaria actuación de Scottie Scheffler en la última ronda del torneo, plasmada en una sensacional tarjeta de 9 hoyos, ha llevado al norteamericano a conseguir un hito histórico en el marco de una temporada de ensueño. No en vano, el objetivo de Scheffler era convertirse en el primer jugador con esa distinción que además se colgase la medalla de oro olímpica al cuello. Dicho y hecho, Scottie Scheffler, que acudía a París con un bagaje impresionante, nada menos que seis victorias a lo largo de 2024, entre ellas The Masters, añadió esa nueva muesca a su cinturón, el oro olímpico.
El récord de resultado individual más bajo sigue en poder de Rory Sabbatini
El danés Nicolai Højgaard y el norteamericano Scottie Scheffler completaron con 62 golpes su tercera y cuarta vuelta de la competición, respectivamente, un impresionante registro que ha supuesto el segundo resultado más bajo en una vuelta de 18 hoyos en la historia de los Juegos Olímpicos. Únicamente han sido superados por los 61 del sudafricano-eslovaco Rory Sabbatini, que acabó recibiendo la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Los mejores, donde tienen que estar
Siete de los quince mejores golfistas del Ranking Mundial de Golf -Jon Rahm, Xander Schauffele, Tommy Fleetwood, Hideki Matsuyama, Rory McIlroy, Scottie Scheffler y Ludvig Åberg- estaban ubicados entre los 10 primeros de la clasificación al término de la tercera jornada, poniendo de manifiesto por qué en la cuarta y definitiva, separados todos por un margen tan estrecho, se han producido tantas alternativas en la parte alta de la tabla.
Los ganadores del golf olímpico
2024 – París
Competición masculina: Oro: Scottie Scheffler (USA); Plata: Tommy Fleetwod (Gran Bretaña); Bronce: Hideki Mitsuyama (Jaopón)
Competición femenina: Se disputa del 7 al 10 de agosto
2020 - Tokio
Competición masculina: Oro: Xander Schauffele (USA); Plata: Rory Sabbatini (Eslovaquia); Bronce: C.T. Pan (China Taipei)
Competición femenina: Oro: Nelly Korda (USA); Plata: Mone Inami (Japón); Bronce: Lydia Ko (Nueva Zelanda)
2016 - Río de Janeiro)
Competición masculina: Oro: Justin Rose (Gran Bretaña); Plata: Henrik Stenson (Suecia); Bronce: Matt Kuchar (USA)
Competición femenina: Oro: Inbee Park (Corea); Plata: Lydia Ko (Nueva Zelanda); Bronce: Shanshan Feng (China)
1904 - St. Louis
Competición masculina: Oro: George Lyon (Canadá); Plata: Chandler Egan (USA); Bronce: Burt McKinnie (USA) y Francis Newton (USA)
Competición femenina: no se celebró
1900 - París
Competición masculina: Oro: Charles Sands (USA); Plata: Walter Rutherford (Gran Bretaña); Bronce: David Robertson (Gran Bretaña)
Competición femenina: Oro: Margaret Abbott (USA); Plata: Pauline Whittier (USA); Bronce: Daria Pratt (USA)
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