Por José Royo.
Foto de portada vía Masters.


En un principio efectivamente parecían los polos tipo Tiger Woods pero al acercarme pude comprobar que no lo era. Era una camiseta blanca sin cuello aparentemente de Running de material sintético. Durante un buen rato la estuve observando por si estaba confundido pero después de observarla con detenimiento y al ver el logo de la marca, busqué en Internet esa prenda por si fuese un nuevo polo de golf que había sacado la marca francesa, pero no. Se trataba de una camiseta de Running de la marca Kalenji modelo Run Dry Hombre Blanco Glaciar, que por cierto para aquellos que os guste el Running, la relación calidad precio está muy bien puesto que el precio de venta al público es de 3,99 € y aparentemente es muy cómoda.




Puestos en contacto con Don Lucas Montaner, Gerente de la Federación Canaria De Golf, muy amablemente nos manifestó que la interpretación de la norma no estaba clara puesto que no decía los centímetros que debía tener el cuello del polo. No obstante, sorprendido por tal hecho, nos comunicó que iniciaría gestiones con la Real Federación Española de Golf para unificar criterios y ver exactamente como estaba redactada la misma, cosa que le agradecimos. Visto desde un punto de vista neutral y sin haber leído la norma en profundidad, creo que las federaciones territoriales no debieran prohibir jugar con este tipo de prendas hasta que la Real Federación Española de Golf no se manifestara y diera instrucciones concretas y que no dieran lugar a confusión.

En los campos de práctica y zonas de entrenamiento sí que se debería permitir cualquier tipo de vestimenta para entrenar. Quitar la rigidez fuera de la competición es positivo puesto que acerca al público en general a nuestro deporte. Hoy en día se saca tiempo por donde sea para tirar unas bolas. En el caso de los más jóvenes no le podemos pedir que tengan que pasar por casa para cambiarse de ropa nada más que para ir a tirar unas bolas o patear un poco por el simple hecho de que vienen del colegio o instituto y no van adecuadamente vestidos.
Como he dicho la competición debe ser otra cosa, más seria y formal. La vestimenta del jugador lo primero que indica es respeto hacia el resto de contrincantes, hacia el organizador de la prueba y hacia el campo que la acoge.

Como bien dijo la gran María Callas, “La vida es dura pero no se puede ir por el mundo sucio y desaliñado, pues cada representación está creada para el público, los artistas y el lugar; así pues cada una es irrepetible“.
Así que el debate está servido. ¿Dónde está el límite entre la modernidad y el mal gusto? ¿Se debe permitir cualquier tipo de vestimenta en un campo de golf? ¿Qué tipo de vestimenta se debe utilizar en los campos de golf en competición en pleno siglo XXI? ¿Es incompatible el buen gusto y la comodidad con el golf de competición?
¿Qué opináis? En Par 4 Media abrimos este debate porque nos gustaría saber qué opina el jugador de golf de estos aspectos.