Jesús Legarrea: de casta le viene al galgo
Entrevistamos en Dubai a Jesús Legarrea, caddie y mano derecha de Jorge Campillo.
El golf en España, y seguramente en muchos otros lugares, está construido desde los clubes y desde las familias que, generación tras generación van inculcando el amor por este deporte a los que van viniendo detrás. Es muy habitual ver a padres (y a abuelos) jugando con hijos (o nietos) los fines de semana en casi todos los clubes de nuestra querida tierra.
Gracias a esa tradición y al esfuerzo de las generaciones anteriores, muchos hemos desarrollado ese amor por este deporte que, por otro lado, tan de cabeza nos trae (fundamentalmente a los que no nos llamo Dios por el camino de la coordinación) a algunos.
Este es precisamente el caso de la persona de la que les vamos a hablar. Es un caso de manual y con historia más que chula que contar. Se trata de Don Jesús Legarrea, flamante caddie y mano derecha de Jorge Campillo, profesional español con 374 torneos a sus espaldas en el Circuito Europeo y que este año han podido debutar en Estados Unidos tras obtener una de las tarjetas que dan acceso al PGA.
Hacen un equipo más que bueno y con un nivel de implicación de Jesús en la toma de decisiones en el campo más que vital. Deciden juntos. Jorge escucha a su caddie y su caddie le aconseja bien.
Jesús Legarrea vino al mundo en Navarra en mayo de 1987 y cómo él mismo nos permite definirle, se considera un cachorro de Ulzama, club en el que dio sus primeros pasos y que es un lugar muy unido al apellido Legarrea como más adelante les contaremos.
Desde que empezó a andar, ya tenía unos palos de golf cerca aunque reconoce que no fue hasta los ocho años que le entró el pique con el golf. Hasta entonces “era más futbolero y pelotari”. Por cierto, como la gente que se viste por los pies, Jesús es del equipo de su ciudad: Osasuna.
Tras los procedentes años de formación y desarrollo como jugador de golf, de la mano del mejor entrenador que uno pueda tener, Jesús dio el salto a profesional a finales de 2007 y disputó circuitos como el Alps, el Challenge, y el tan añorado entre los profesionales españoles Peugeot Tour. Por cierto, en el vídeo de la entevista, Jesús expone las razones por las que el Peugeot Tour es tan recordado por los profesionales del golf español y por qué una iniciativa de este tipo es tan necesaria.
Miremos a los países nórdicos, Francia o Italia y veremos que no paran de sacar talentos y jugadores nuevos que copan los rankings de los Alps, Challenge y las nuevas tarjetas del DP World Tour cada año. O cuidamos la base del golf o el edificio no aguantará.
“Era mi sueño. Jugar y poder vivir del golf” y añade “fueron once años jugando y viajando y dando pasos hacia adelante hasta que me estanqué. No conseguí llegar al circuito europeo que es donde te puedes ganar bien la vida y con treinta años y familia tomé la decisión de hacerlo de otra forma”. Esa otra forma ha sido la enseñanza del deporte del golf a jugadores amateurs. Por cierto, siguiendo el camino marcado por la generación anterior.
Esa generación anterior en la que Jesús tiene a su padre, Don Jesús Mari Legarrea. Toda una leyenda en el golf de cantera de Navarra ya que lleva enseñando este bendito deporte desde hace más de 40 años, teniendo Ulzama como su centro de operaciones. No nos puede infundir más respeto una figura como la de Jesús Mari Legarrea. Amar este deporte es sacarlo adelante lejos de las cámaras, las cifras millonarias y la fama. Eso sí que es “remar” para que el golf sea un deporte importante en tu club, tu ciudad, tu región y tu país. Seguro que muchos navarros hoy disfrutan de este deporte gracias a un Legarrea. Seguro que en Navarra hay personas que aman este deporte gracias a un Legarrea.
Cambiábamos de tercio en la entrevista y preguntábamos a Jesús por la experiencia de disputar este año el PGA Tour en Estados Unidos y hace una lectura interesante. Dice Legarrea que la experiencia le ha parecido muy bien sobre todo porque les ha permitido conocer campos nuevos, todos diferentes entre sí, con diferentes tipos de hierba y que han podido sentir la presión de tener que competir en condiciones nuevas cada semana. “Nos ha aportado un montón a nivel profesional y ese era el objetivo. Sentir esa presión como la que tendríamos si estuviéramos en un grande”.
Le preguntamos a Jesús si los jugadores españoles pueden competir de tú a tú con los norteamericanos del PGA Tour y nos decía que “sí, claro que sí. Lo único es que cuando eres un rookie (debutante) en ese tipo de campos siempre cuesta un poco más. La vida fuera del campo es más dura porque estás solo. Los viajes y el jet lag fatigan tanto física como mentalmente”. “Son campos nuevos y la velocidad de los greenes es mayor. No es fácil adaptarse a la rapidez de los greenes. Son experiencias que te aportan y que te ayudan cuando después vienes a jugar a Europea”.
En su faceta personal, Jesús dirige un negocio en Pamplona que empezó su padre. Este negocio está enfocado a la formación de jugadores de golf y se llama Golf Indoor Center. Esta instalación pasa por ser la primera que tuvo un Trackman en Navarra y uno de los primeros en España. Así nos lo contaba Jesús: “Seguro que es de los primeros que hubo en España. Hace catorce años compramos el Trackman 2. El Trackman 1 no salió a la venta sino que era un prototipo y nosotros compramos el 2 que es del tamaño de una maleta de viaje de las de cabina. ¡Y todavía sigue funcionando!”.
Con los años, incorporaron Trackman 3 que, al ser más pequeño, les permite moverlo a Ulzama para dar formaciones en campo a los alumnos de su escuela. Además, cuentan con dos simuladores en el propio centro. Los servicios principales que ofrecen son formación y actividades de ocio con los simuladores. “Cuando hace mal tiempo en Pamplona, la gente se anima a echar partidas entre amigos en nuestro centro. Además, también organizamos eventos relacionados con el golf”.
Pero es no es todo, en Golf Indoor Center también son club makers y hacen fittings totalmente personalizados para los jugadores que quieran hacerse unos palos como mandan los cánones. Recuerden que comprar un juego de palos sin hacerse un fitting profesional antes, es una lotería a la que que ningún amateur debería jugar.
Para concluir una entrevista más que agradable con Jesús, le preguntamos por la responsabilidad que siente al recibir y mantener un legado como el que su padre, Don Jesús Mari Legarrea, ha ido forjando tras cuarenta años formando golfistas. “Así es. Es un ejemplo y me ha enseñado todo lo que sé. Aprendiendo de él y de otros muchos que me han ayudado en mi trayectoria”.
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