EEUU arranca un punto importantísimo para seguir vivo en la ronda final: 10 ½ a 5 ½

El momento más emotivo: una enorme pancarta de Seve,”siempre en nuestro corazón” que emocionaba a José María Olazábal y al mayor de sus hijos Javier.

El equipo europeo sólo necesita cuatro puntos para recuperar la Copa Ryder que concluirá mañana con la jornada de individuales en el Marco Simone italiano. 

La segunda ronda comenzó con dominio europeo de nuevo, ganando tres de los cuatro partidos de foursomes, destacando el 9 y 7 que le metió la pareja de rookies Viktor Hoivland y Ludving Aberg a dos de los mejores jugadores americanos, Scottie Scheffler y Brooks Koepka. Nueve birdies en los once primeros hoyos dejaron sin aliento a los estadounidenses que se vieron literalmente arrollados por los europeos. Nada que objetar: el golf europeo fue perfecto.

 Pronto sumaba Europa un punto más al marcador, al que luego se añadiriía el 2y1 de McIlroy 7 Fleetwood a Thomas/Spieth; y el mismo resultado para Jon Rahm y Tyrrell Hatton contra Cantlay y Schauffele. El español no ha perdido ninguno de los tres partidos que ha jugado (2 victorias un empate) ya que no salió a los fourballs de la tarde. El punto americano llegó de la mano de Max Homma y Brian Harman contra Shane Lowry y Sepp Straka (4 y2). 

Tradicionalmente los europeos son mejores jugadores de Foursomes (golpes alternativos) que de Fourballs (cada jugador juega su bola) y esa circunstancia fue aprovechada por los estadounidenses para sumar tres puntos por la tarde, fundamentales para seguir vivos en la competición y aspirar a un “milagro en Roma”.

Hovland y Aberg, de nuevo emparejados no tuvieron nada que hacer contra San Burn y Colin Morikawa (4y3), pese a la reacción europea en los últimos hoyos para reducir distancias. Tampoco Fleetwood y Hojgaard que se vieron en el hoyo 9 con cuatro abajo. Aunque parecía que con los birdies del 14 y 16 podían aspirar a empatar el partido, no fue posible.

Rose y MaCintyre (3y2) sumaron el punto para Europa, sobre todo gracias al gran trabajo del veterano Justin Rose que llevó el bastón de mando del partido con cuatro birdies. Jordan Spieth y Justin Thomas aguantaron hasta el hoyo 7, a partir de ahí llegó el recital de Rose. 

Y llegábamos al último partido con uno arriba de Europa en el hoyo 14. Y aquí salió el verdadero espíritu Ryder. Fue un match a cara de perro entre Fitzpatrick/McIlroy contra Cantlay/Clark. Dos único birdies de Rory en el 4 y 14 mantenía el partido en un hilo.

Pero he aquí que Cantalay sacó las garras y con u tirazo en el 17 logró un birdie para empatar y en el hoyo 18, la verdad, es que fue el menos malo de los cuatro. Los europeos no pillaban calle, ni green y él fue el único que logró el birdie para llevarse a la saca un punto vital para su equipo que fue celebrado como si valiera una Copa. 

Europa sólo necesita cuatro puntos para ganar esta Copa. El empate no le valé, tras la paliza recibida en la última Ryder den EEUU. 

Emparejamientos de mañana