El diálogo interno (II)
«El secreto para salir adelante es empezar» Marc Twain.
Al igual que las habilidades físicas y técnicas que los golfistas entrenan diariamente, controlar el diálogo interno también es una habilidad que necesita práctica diaria. El diálogo interno negativo es algo de lo que los golfistas usualmente no son conscientes y que pareciera suceder automáticamente.
En el primer post sobre el diálogo interno les describía alguno de los errores más comunes que se cometen en el auto-habla. En este post tal y como les prometía voy a a exponerles algunas de las reglas con las que pueden detener el diálogo interno negativo:
Reenfocarse en hacerlo bien
Enfóquese en dar buenos golpes no en evitar los malos. Nunca diga NO. Cuántas veces se ha dicho no la tires al agua y la bola acaba en el agua. En psicología esto es conocido como el proceso irónico pues el cerebro no procesa bien las negaciones. Es importante reconocer que es un proceso natural que afecta a todas las personas. En el campo de golf habitualmente nos decimos o pensamos en lo que no queremos hacer en vez de lo que sí queremos que suceda. La clave es aceptar ese pensamiento inicial y luego pensar en lo que se quiere que ocurra.
Dirija su diálogo interno para decirse a sí mismo qué hacer, en vez de qué no hacer. Convierta los enunciados negativos en positivos.
Administrar los pensamientos que lleven a la preocupación o la ansiedad.
Los golfistas que actúan de forma inconsistente, especialmente aquellos que tienen mal desempeño en el momento de enfrentarse a riesgos y sentir presión, tienen un diálogo interno que está centrado en el temor (temor a perder, a defraudar a los demás) o en dudar de su habilidad (“yo no puedo hacerlo… no he entrenado lo suficiente”).
Tales afirmaciones deben ser gestionadas a través de la atención plena. Declaraciones dudosas o temerosas desgastan la confianza y generan estrés. Los jugadores que piensan demasiado sobre el futuro demuestran un diálogo interno relacionado con la ansiedad. En particular, uno debe estar muy atento para detectar pensamientos que comiencen con “yo debo…”, “yo tengo que…”, “es imprescindible que…”.
Gestionar los pensamientos sobre fracasos del pasado.
Si te enfrentas a un oponente que te ha derrotado o si tienes un evento en un campo en el que has experimentado un fracaso particularmente decepcionante, aleja de tu mente cualquier forma de reproducción de ese evento. Repasar fracasos pasados antes de una competición carga al evento de estrés y baja las probabilidades de que su desempeño esté en el mejor nivel.
Administrar los pensamientos vinculados a cómo te valoras a ti mismo con el desempeño.
Administra con atención las declaraciones que impliquen que tu autoestima sufrirá por un desempeño pobre. Algunos enunciados de diálogo interno que indican este tipo de error son tales como “si fallo este putt (o partida, o torneo), no sirvo para mucho”, o “si no gano, me sentiré fatal”. Cuando el jugador/a tiene la actitud de que ganar es crítico para mantener su autoestima, lo que está en juego es muy costoso. Por medio de esta actitud y diálogo interno se genera un estrés innecesario.
Vivir en el presente
La negatividad se manifiesta en forma de malos recuerdos del pasado o miedo a futuros desastres. Mantenga la atención centrada en el aquí y el ahora. Cuando se sorprenda lamentándose o preocupándose vuelva a lo que tiene que hacer o a lo que esté haciendo.
Considerar los síntomas de estrés de una forma positiva.
Las reacciones estresantes están abiertas a las interpretaciones que hagamos. Puedes ver el estrés competitivo de forma positiva cuando lo consideras como activador. A diferencia de decirte a ti mismo “tengo miedo” o “me siento débil y tembloroso por los nervios”, reinterpreta los síntomas, habla contigo mismo para decirte “me siento retado/a; me siento poderoso/a; estoy emocionado/a; estoy listo/a”. Tales declaraciones ayudarán a cambiar su interpretación sobre el estrés hacia un sentimiento de mentalización y de desafío. Los mejores jugadores ven el estrés competitivo como emocionante y es para lo que practican.
Como un criterio general para el diálogo interno, use dos tipos de enunciados: alentadores o instructivos.
Declaraciones o enunciados alentadores refuerzan la confianza y la motivación, “tu puedes”, “eres buen jugador/a” son ejemplos de este tipo de diálogo interno.
Declaraciones o enunciados instructivos que enfocan su atención en las habilidades para el desempeño proporcionan también un diálogo interno positivo. Un golfista puede decirse a sí mismo “mantente enfocado”, “mira la parte delantera de la bola”, “crea una imagen del objetivo” , “enfócate en el hoyo”.
Recuerde que cada golfista se habla a sí mismo dentro y fuera de la cancha. El objetivo del entrenamiento mental es el de ayudar a que el jugador administre y gestione el contenido negativo para que no menoscabe su juego.
Finalmente sea consciente de que el diálogo interno tiene efecto en la confianza, la concentración, los niveles de activación, la motivación y el control de las emociones.
Por Francisco González. Entrenador de Golf de la WGTF – World Golf Teachers Federation y Mental Coach del Golf Psychology Coaching Certificate de la National Training Academy – European PGA.
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