"Habemus Ryder Cup"

Jon Rahm disputa la prueba por tercera vez convertido en uno de los grandes puntales europeos

La Ryder Cup cumple su cuadragésimo cuarta edición este fin de semana, del viernes 29 de septiembre al domingo 1 de octubre- en el campo romano de Marco Simone Golf Club de Roma. Y allí estará Jon Rahm como uno de los principales puntales del conjunto europeo que lidera el capitán Luke Donald. El objetivo, claro está, es recuperar el título tras la abultada derrota cosechada en 2021 en suelo estadounidense.

Jon Rahm, número tres del Ranking Mundial, juega su tercera Ryder -su balance es de una ganada, la de París, 2018, y otra perdida, la de Whistling Straits 2021- bien secundado por otros cuatro Top 15 mundiales: hablamos del norirlandés Rory McIlroy (2), el noruego Viktor Hovland (4), y los ingleses Tyrrell Hatton (11) y Matt Fitzpatrick (13). Estos cinco golfistas, por calidad y experiencia, están llamados a tirar del combinado continental en la tercera salida del torneo fuera de las Islas Británicas.

El conjunto se completa con los ingleses Tommy Fleetwood y Justin Rose, el escocés Robert MacIntyre, el sueco Ludvig Åberg, el danés Nicolai Højgaard, el irlandés Shane Lowry y el austríaco Sepp Straka.

Jon Rahm no es el único representante español en Roma; también aportará su granito de arena en la misión José María Olazábal desde las labores de vicecapitán.

Por su parte, el bando estadounidense, liderado por el capitán Zach Johnson, presenta una escuadra formada por Scottie Scheffler, Wyndham Clark, Brian Harman, Patrick Cantlay, Max Homa, Xander Schaffele, Brooks Koepka, Jordan Spieth, Collin Morikawa, Sam Burns, Rickie Fowler y Justin Thomas. En total, hablamos de un equipo integrado por, ni más ni menos, ocho Top 15 del mundo.

La tarea que tiene Europa ante sí en el par 71 de Roma es hercúlea: vengar la derrota dolorosa de 2021, cuando cayeron por 19-9, el resultado más abultado registrado desde 1979, cuando entraron en juego los golfistas de la Europa continental. En Whistling Straits se salvaron de la quema Jon Rahm y Sergio García, ausente en esta ocasión después de tantos años siendo decisivo